Lo que pasó es realmente triste y muestra cómo el dinero, al final, siempre daña todo, pasiones, juegos y recuerdos. Seguí el tema desde fuera y comprendí enseguida, desde los primeros retrasos de unos meses, que la historia acabaría mal.
Los estafados (porque siempre lo he llamado estafa) son muchos y algunos incluso están aquí con nosotros. Una amargura enorme no por el dinero tirado sino por el uso de algo emocional con fines sucios.